once
Lo que se muere
no cae fuera del mundo.
Anónimo
Entramos en la grieta,
escribo, mientras ubica su cuerpo:
“Dios nos aloja”.
Él se alimenta de sí,
de mí.
La sensación de apetito y muerte…
“Aquello en lo que nos convertimos,
se nos escapa dentro nuestro”.
Imaginarme digerido mientras me caza
es la restauración de una escena que me obsesiona.
La carne deshaciéndose en la carne,
eso se llama sacrificio.
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