I Dentro del hambre, hay un animal, cerdo, cordero o sabueso; dentro de su piel hay un hombre que intenta devorarse a otro. Tu deseo, amor mío, es un mendigo a ambos bordes de un arroyo, dos extremos sin dignidad ni apariencia propia. II Dentro del animal hay un sueño, dentro del espejismo traspaso el cristal. Me hago transparente allí y dejo que mires a través. Eso que brilla al otro lado es una realidad, algún tipo de lirio, alguna clase de agua navegable. III Dentro del cristal todo es silencio, y dentro de esa red está la palabra “padre”, la palabra “cordero”, la palabra “digno”. Detrás de una ventana todo lo que puede verse le pertenece al lenguaje. Ese vacío impronunciable aguarda a que llegues. VII Dentro de la noche alguien zarpa por la costa, intenta huir, sin viento, sin rumbo, flotando dentro de su razón; otro lo mira: ése que lo despide es un vacío: un bote, agua, la madeja de piel con la que ya no se cubrirá en el v...