Uñas, restos de algún hilo,
pelos en la alfombra, migas;
ese olor que habita tu casa,
esa minúscula podredumbre
que batalla oculta
son desechos de nuestros cuerpos,
restos que ya no aprenderán a vivir.
Divorcio
No es mejor esta sesión de tortura
en la que tu cuerpo se vuelve dos:
la superficie de carne
puede ser una decisión o no,
pero lo que se cierra en el círculo
es un prisionero.
Por eso, en todo esto irreductible,
los interrogo a ambos
para ponerme a prueba en tu concordancia.
Sadismo
Donde las paredes miden lo mismo
que la mesa, y la mesa lo mismo
que las tazas del té,
donde las pequeñas cucharitas hacen el mismo
recorrido que las cortinas;
ahí sólo me queda gritar,
bajar la mirada hasta el piso,
pensar: mi voz se deshace en este sitio
que sólo sirve para pisar, ir o venir.
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