V
¿Qué hago yo?
Silencio en el campo si el viento no sopla.
Miro esas flores blandas y sus raicillas,
pruebo el pasto duro de comer,
rasco la corteza del sauce llorón y su savia resinosa se
pega a mi piel.
Yo no estoy hecha del mismo material.
Ellas tienen su razón de ser:
las vacas se alimentan del pasto y de las flores,
nosotros comemos nuestras vacas.
El color de la mañana, ellas lo dictan;
después de la nieve también florecen.
¿Qué hago yo?
Me acomodo sobre las hierbas tiernas
que desbordan entre las piedras y el arroyo.
Abrazada a las rodillas, evito mirar el valle poblado
que se abre al otro lado del agua.
¿De qué estoy hecha?
Un agujero en el estómago.

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